Karen Daiana Bustamante, de 18 años, era estudiante de derecho, y fue identificada por su madre cuando vio los video por televisión. El femicida continúa prófugo.
La joven de 18 años que el lunes a la madrugada fue brutalmente atacada a botellazos y ladrillazos en el centro de Moreno fue identificada por sus propios familiares que se acercaron a la comisaría que investiga el caso luego de reconocerla en los videos de la causa difundidos por los medios.
Si bien se aguardaba que en las próximas horas la identificación se formalice en la morgue judicial, los investigadores dirigidos por el fiscal Gabriel López, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Moreno, daban por acreditado que la chica asesinada es Karen Daiana Bustamante, de 18 años, quien fue vista por última vez en su casa el sábado.
Liliana, madre de la víctima, contó en diálogo con Telefe que mirando un canal de noticias a las 7 de esta mañana vio una serie de videos donde se veía a la chica perseguir a su atacante minutos antes del hecho y dijo: «Esta es mi hija».
La mujer aseguró que nadie de la familia conoce al principal sospechoso del femicidio, aún no identificado, que es un joven de gorra que se ve acompañar a Karen en el pool y al que luego, mientras la chica lo perseguía, se lo ve agarrar una piedra y luego una botella de cerveza, elementos que empleó como armas homicidas.
También aclaró que su hija no era prostituta, que estudiaba derecho y trabajó con ella hasta el sábado en una feria, al tiempo que reconoció que solía contactarse por redes sociales con gente que le proveía «Clonazepam» y pidió que atrapen al asesino para que «haya justicia».
En tanto, López recibió un informe preliminar de la autopsia que confirmó un «triple mecanismo homicida»: estrangulamiento, cortes en el cuello, probablemente con una botella rota, y politraumatismos severos en el cráneo y en el rostro, según confiaron fuentes judiciales a Télam.
La clave de la investigación está en una serie de videos recopilados por los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Moreno-General Rodríguez y de la comisaría 1ra., a través de los cuales se descubrió que la víctima y el asesino se conocían, aunque no se sabe desde cuándo, y que había pasado toda la noche juntos.