jueves, marzo 28, 2024
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SE DESBARATÓ UNA SECTA QUE OPERABA EN TODA LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Según informes oficiales, la secta “Abba Krishna” ofrecía tratamientos y prosperidad económica a quienes coaccionaba. Decían luchar contra “los males del Sida y las drogas” y en favor del “desarrollo de la felicidad”, como parte de sus manipulaciones hacia personas vulnerables.
Los miembros de la secta “lavaban” el dinero que obtenían de sus víctimas mediante la creación de de fundaciones extranjeras y comprando propiedades. El número personas estafadas superaría el de 300, había entre ellos argentinos y extranjeros que fueron convencidos de venir al país, aislados de sus familiares y obligados a realizar distintas labores.
El procedimiento policial tuvo lugar en el día de ayer luego de largas investigaciones que confirmaron los delitos. El más preocupante es el de “trata de personas con fines de reducción a la servidumbre”, agravado por coerción, hurto, lavado de activos, asociación ilícita, ejercicio ilegal de la medicina, expendio irregular de medicamentos y tráfico de influencias. La requisa policial descubrió armas, entre ellas, unas Itakas, escopetas y pistolas, municiones; halladas en una residencia del líder detenido en Villa Crespo.
Pablo Salum, víctima, denunciante y activista anti sectas, habló con los medios sobre su experiencia personal:
“Mi mamá tenía un problema de salud y tras ir a diversos médicos comenzó a ser captada por distintos gurús, uno de los cuales fue Juan Percovich. Yo tenía ocho años y en ese momento fuimos las terceras y cuartas personas en entrar a la organización. Empezó siendo una escuela de yoga y de filosofía, pero creció rápidamente y la captación y el sometimiento fue empeorando. Fuimos más de 1000 alumnos y yo de tener una familia hermosa pasé a no tener nada”.
Salum afirmó también estar satisfecho con el operativo policial y los arrestos: “Tengo 30 años de lucha para llegar a esto. Yo había perdido la esperanza en la Justicia, porque una primera causa la cajonearon y una segunda, que había salido a la luz e involucraba al Gobierno de Menem y a organizaciones de derechos humanos, fue cerrada por falta de mérito luego de 10 años. Sin embargo, todos los casos en los que participé y las víctimas que ayudé fueron el camino para llegar a esto. Este es el final que yo estaba esperando y se logró gracias a una nueva causa con nuevos testimonios y nuevos delitos”.
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