El músico «cumplió ya tres años en la cárcel de Ezeiza, sector psiquiátrico, por dispararle a Cristian Maximiliano Díaz», asesinato que Cristian «Pity» Álvarez aseguró «haber cometido en defensa propia». Los carcelarios que lo cuidan aseguran que «el Pity está perdido en una oscuridad mental y, se fue su conciencia».
Actualmente, su abogado no le permite dar detalles de su juicio en proceso. «Pity aparenta malestar anímico, se encuentra en una niebla mental y fue diagnosticado con diabetes e hipertensión, además de haber sobrevivido el COVID-19».
Si bien «dejó en orden sus asuntos de propiedades y poderes para mantener a su familia durante su estadía carcelaria, el músico está muy lejos de relajarse y volver a crear, componer, siquiera a tocar una guitarra» para distraerse. «Se lo ve solo y sufriendo el encierro, según sus seres queridos, ya que adoraba su libertad urbana».
La situación del “Pity” es «complicada», «espera una sentencia clara, tal vez para contar a ciencia cierta sus días, hasta nuevamente integrarse en sociedad y desempeñar su labor creativa».